Es necesario que el espacio escolar pueda modificarse a lo largo del tiempo adaptándose a las necesidades del proyecto del centro.
Acabar con la distribución en hileras y disponer el aula en pequeños grupos de forma que la mesa del profesor no tenga una posición preferente.
Eliminar barreras arquitectónicas que dificulten el acceso al centro, a alumnos con minusvalía física.
Atender favorablemente a la ventilación, acceso, iluminación, condiciones higiénicas, acústicas. El uso adecuado de estas variables evita la fatiga física, psicológica (monotonía y movimiento) para poder desarrollar con más facilidad la actividad educativa.
martes, 4 de marzo de 2008
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